Cuando fue escrita, a finales del siglo XV, la Suma y breve compilación era, como lo indica el mismo autor, uno de los pocos textos compuestos específicamente para regir el funcionamiento de una comunidad religiosa femenina. El interés de este pequeño tratado, que acabó convirtiéndose en un texto clave de la reforma conventual planeada por los Reyes Católicos, reside además en el listado de libros propuesto en el capítulo 7, por ser excepcional la presencia de semejante enumeración en manuales para monjas anteriores a 1500. Hoy en día, conservamos dos copias de la Suma: el ms.