El “techo de cristal” es una bonita metáfora que tiene su injusto referente en la barrera invisible que impide el acceso de las mujeres a los altos puestos directivos.En nuestro país, en el cuarto trimestre de 2005, las mujeres eran el 40% de la población ocupada, sin embargo, dicha cifra no tiene una correlación en los más altos escalafones de las empresas, organizaciones o instituciones. No hay ni leyes ni características objetivas, ya sean formativas o aptitudinales, que lo impidan. Sin embargo, es un hecho comprobado.